En la Costa de la Muerte existen cientos de leyendas de naufragios, muchas de ellas completamente ciertas, debido a los fuertes temporales que la azotan y a su inaccesible, abrupto y rocoso litoral. Es imposible no sentirse atraído por ella.
Galicia 
255 Km | 2 días | ![]() Malpica de Bergantiños | Carnota |
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La Costa de la Muerte
Se denomina Costa de la Muerte a la franja marítima de la provincia de A Coruña situada en la parte más occidental de España peninsular. Recibe este nombre por los numerosos naufragios que allí han sucedido, como consecuencia de ser una costa rocosa con fuertes acantilados, donde las fuertes corrientes y repentinos temporales la hacen temida por los navegantes.
No existe una limitación oficial del territorio que comprende la Costa de la Muerte, si atendemos a su denominación y por ello a la tipología de costas de acantilados rocosos azotados por fuertes vientos, sería la comprendida entre los cabos Roncudo y Finisterre.
He preferido en esta Ruta por la Costa de la Muerte tomar la franja delimitada en el Geositio Costa da Morte, que la Xunta de Galicia tiene descrito. Por ello el inicio es en la localidad de Malpica de Bergantiños para finalizar en Carnota.
En esta Ruta por la Costa de la Muerte encontraremos espectaculares paisajes costeros, con faros emblemáticos y pueblos pesqueros donde saborear las mejor gastronomía gallega, que hasta hace algunos años era desconocida para el turismo de masas, y donde todavía existen rincones por descubrir. Es una inmersión en la Galicia más tradicional que difícilmente olvidaremos.

Los primeros pasos
El recorrido por la Ruta por la Costa de la Muerte lo iniciamos en la población de Malpica de Bergantiños, antiguo puerto ballenero, hoy una de las localidades pesqueras más importantes de Galicia, para visitar en primer lugar el Santuario de San Adrián de Mar en dirección Norte, situado en el Cabo de mismo nombre.

Capilla de Nuestra Señora del Faro
Es un edificio de paredes de piedra con una sola nave y techo de tejas a dos aguas, reúne todos los años a una concurrida romería. Desde la parte trasera del edificio existe un mirador en el que podemos fantásticas vistas de la costa, con Malpica al fondo, si miramos al levante o de las Islas Sisargas si miramos a poniente.
- Os recomiendo de forma especial alojaros en el Camping Sisargas, un sitio muy tranquilo con unos propietarios que harán todo lo posible para que tengas una agradable estancia, incluido un restaurante con comida casera de km 0 simplemente espectacular.
En el trayecto que nos conducirá al Faro de Punta Nariga encontraremos un parque eólico, ya nos indica la frecuencia de fuertes vientos en este emplazamiento. Una vez abandonemos los bosques pasaremos a un paisaje de matorral y helechos donde surge la roca. Recomiendo antes de bajar al faro detenerse para contemplar este fantástico paisaje y la costa.
El faro es moderno, inaugurado en 1991, representando la proa de un barco introduciéndose en el mar, aunque sinceramente, y para gustos los colores, a mi me parece una mole de piedra gris monocromática que desentona con el entorno, no transmite ese aire romántico de los faros tradicionales.
Pazo Torres de Mens es un edificio privado, que puedes observar desde fuera, sobre el cual no encontré información para su visita.
La Capilla de Nuestra Señora del Faro es muy antigua, pero las modificaciones hechas en 1731 quizás le dan un aspecto muy diferente al original. Este edificio se encuentra en el Monte de Faro, el promontorio más alto de los alrededores y que se convierte en un mirador natural. Aunque el elemento más espectacular, por sus dimensiones, es el monumento al Sagrado Corazón, torre estrecha y blanca de 39 metros de altura, que no deja de sorprendernos.

Muerte en la Costa

Castro de Borneiro
En Cabo Rocundo se encuentra el faro de mismo nombre, cuyo significado es “Donde el mar ronca”, por el ruido que hace el agua en días de temporal.
Este punto es según muchos textos el inicio de la Costa de la Muerte, ya que posee las características de la misma: paisaje costero rocoso, muy inaccesible y donde han ocurrido múltiples naufragios.
Varias cruces blancas nos indican la peligrosidad de estas aguas, aunque no representan a naufragios sino a la desaparición de percebeiros cuando intentaban obtener un producto que en estas rocas tiene fama mundial.
Nos desviamos unos metros de nuestra Ruta por la Costa de la Muerte para acceder al Mirador de Monte Blanco, desde donde, no sin algo de dificultad debido a los arboles, podemos ver la lengua de arena que forma la Barra, estrechando casi hasta el cierre la Ría de Corme y Laxe, que desde aquí se puede observar casi en su totalidad.
Dejando por un corto trayecto la costa visitaremos dos de los monumentos arqueológicos más importantes de Galicia. El Castro de Borneiro tiene la estructura común de estas aldeas, edificaciones circulares dentro de un recinto amurallado, situadas en la parte más alta de una colina. Su buen estado de conservación y su visita, que podremos hacer sin aglomeraciones, son dos motivos más que suficientes para visitarlo.


Escultura A Espera
El Dolmen de Dombate se encuentra datado entre el 3.000 y el 2.500 a.c, su belleza y buen estado de conservación lo han llevado a ser considerado la Catedral del Megalitismo Gallego. En las excavaciones realizadas en los últimos años, se ha descubierto que bajo este dólmen se encontraba otro aún más antiguo.
En un saliente de la costa se encuentra el Faro de Laxe, en una zona más protegida de los vientos, el merendero cerca de este lugar así nos lo indica. El faro es pequeño y sin mucho interés, pero las amplias vistas de la costa son espectaculares, pudiendo observar desde Cabo Rocundo hasta la localidad de Arou si giramos completamente la cabeza.
Descendiendo por el camino que continua una vez llegados al cementerio de Laxe se encuentra la curiosa Playa de los Cristales. Esta pequeña cala tiene una gran cantidad de pequeños cristales de distintos colores pulidos por la acción del mar y las olas, provenientes de un antiguo vertedero que existía en este lugar hace años.

Si tienes un vehículo apto para andar por caminos de tierra, generalmente en buenas condiciones, puedes llegar desde la localidad de Arou hasta Cabo Vilano en automóvil. Observarás la costa donde se han producido más naufragios, habiéndose determinado varias decenas de ellos, calas solitarias limitadas por acantilados rocosos de extraordinaria belleza. Son estos kilómetros los que verdaderamente le dan nombre a esta costa.

Faro de Cabo Vilano
En este tramo de pista se encuentra el Cementerio de los Ingleses, en el cual se encuentran enterrados 142 cuerpos que la mar devolvió a la costa, del total de 172 tripulantes fallecidos en el naufragio del HMS Serpent, acontecido el 10 de noviembre de 1890. Una tragedia que sin duda incremento el temor y las leyendas de estas costas.
El Faro de Cabo Vilán es uno de los más emblemáticos de Galicia. Situado en un lugar de una belleza increíble, fue declarado en 1933 como Sitio Natural de Interés Nacional.
Sobre rocas que forman acantilados muy escarpados, se nos muestra impasible a los fuertes vientos y temporales que como en ningún otro lado azotan esta costa.
Seguramente si tenemos que encontrar un icono de la Costa de la Muerte, el Faro de Cabo Vilano es uno de los más indicados, a pesar de que el campo eólico y la factoría de rodaballos cercanos han hecho que pierda gran parte de la belleza.
Camariñas nos sorprende por su belleza, conservando aun muchas viviendas tradicionales. Un pueblo de fisionomía pesquera como pocos, vive alrededor su puerto, en una localización protegida de las tempestades dentro de la Ría que lleva su nombre.

Acercándonos al fin del mundo
Muy bien conservada, la Iglesia románica de Santiago de Cereixo, se construyó a mediados del siglo XII. Por su decoración, todo hace indicar que este lugar fue un importante puerto de entrada de peregrinos que se dirigían a Santiago.

Castillo de Vimianzo
Nos desviamos hacia el interior para visitar el Castillo de Vimianzo, perfectamente conservado y que se puede visitar en su interior. Es curioso anotar que es una fortaleza pero no se encuentra en la zona más alta, sino en terreno del valle.
En la localidad San Martiño de Ozón nos sorprenderá la pequeña iglesia románica del siglo XII, pero sobre todo el gran Hórreo que existe en sus inmediaciones. Esta construcción tiene 22 pares de pies y 27 metros de longitud, lo que lo convierte en uno de los más grandes de Galicia.
No deja de ser curioso que este Hórreo, y otros de gran tamaño, pertenecía al clero, utilizándose para almacenar el diezmo de las cosechas que debían entregar los agricultores a la Iglesia.
Muxía se hizo mundialmente famosa, lamentablemente, porque sus costas sufrieron las consecuencia del hundimiento del petrolero Prestige. Hoy de este desastre ya no existen huellas y es una localidad turística y pesquera donde saborear los mejores pescados y mariscos de Galicia.
Paseando o en vehículo se puede llegar al Faro Muxía, o mejor dicho baliza, que se encuentra en un cabo realmente espectacular, desde donde divisamos Cabo Vilano. Cerca del faro se encuentra el Santuario de la Virgen de la Barca, que aunque reformado, es uno de los más antiguos de Galicia. La leyenda cuenta que en este lugar se le apareció la Virgen de la Barca al apóstol Santiago.
En una parte más elevada se sitúa una inmensa escultura denominada “A Ferida” que simboliza la herida que sufrió esta hermosa costa tras el choque del Prestige el 19 de noviembre de 2002. Alrededor de esta escultura se ha emplazado el Mirador Jesús Quintanal, sitio privilegiado para ver esta costa.


Vistas desde el Faro Touriñan
El verdadero faro de Muxía es el Faro Touriñan, situado más al sur, al cual se alcanza a través de un estrecho trayecto rodeado de helechos y monte bajo.
Además de ofrecernos una de las más espectaculares vista de una costa azotada por fuertes temporales, el Cabo de Touriñan es el punto más occidental de la España Peninsular, mérito que en muchos casos se atribuye al Cabo da Nave, cerca de Finisterre. Este hecho nos lo encontramos grabado en el respaldo de un banco de piedra situado cerca del faro.
El último edificio religioso antes de finalizar el Camino de Santiago, ya que los peregrinos continuaban después de visitar la tumba del Apóstol hasta Fisterra, es la espectacular Iglesia de Santa María das Areas, inicialmente románica del siglo XII.
El Faro de Cabo Finisterre es uno de los más emblemáticos de la Península Ibérica, junto al de Cabo de Creus, Cabo de Gata y Cabo de San Vicente, se consideran situados en las esquinas de la Península Ibérica. Además también es el punto final del Camino de Santiago, muchos peregrinos llegan hasta aquí después de visitar la tumba del Apóstol, para quemar sus zapatillas.
En la época romana se pensaba que este era el fin del mundo, Finisterre deriva del latín finis terrae, que significa «fin de la tierra». Fiel a esta leyenda en las cercanías del faro han ocurrido varios naufragios, de los cuales destaca el del HMS Capitain, que se hundió en 1870 con sus 482 tripulantes.
Lo que no cabe duda es que la situación del faro es espectacular, situado en parte más alta del Monte Facho, a más de 200 metros de altura, rodeado de espectaculares y empinados acantilados, que además nos permite ver unas vistas de la Costa de la Muerte sobresalientes.

Ría de Corcubión
La Ría de Corcubión pertenece geográficamente ya a la Rías Bajas gallegas, en el interior de la misma se encuentra el Faro Cabo de Cee, que permite el tránsito marítimo hasta el puerto de Corcubion. Desde el mismo podemos obtener vistas tanto de las poblaciones de Corcubión como de Finisterre.
Corcubion es un bonito y tranquilo pueblo de pescadores, que ha ido creciendo a lo largo de la línea de costa. Podemos encontrar numerosas viviendas mirando al mar que mantienen la arquitectura tradicional con galerías acristaladas, nos llamará poderosamente la atención.

Mirador de Ézaro
Traspasando la localidad de Cee y siguiendo la línea de costa descubrimos uno de los miradores más impresionantes de esta Ruta por la Costa de la Muerte, el Mirador de Ézaro. Desde este punto observaremos una amplísima panorámica de esta costa y de la ensenada de Ézaro, ya no tan abrupta e inhóspita, pero con una amplia diversidad de colores.
El Mirador de Ézaro es famoso, además de por las estupendas vista que nos ofrece, por tener un ascenso con fuertísimas pendientes, el cual ha sido varias veces protagonistas de la Vuelta Ciclista a España.
Justo en la parte la parte más baja del descenso encontraremos la Cascada del Ézaro, muy cerca de una central eléctrica, donde el agua del río Jallas baja rápidamente a través de una pared de roca.
Para finalizar esta Ruta por la Costa de la Muerte ya solo nos queda conducir paralelamente a la costa hasta alcanzar la localidad de Carnota, donde es obligatorio visitar el Hórreo de Carnota, declarado Monumento Nacional, es el más grande de Galicia con sus 22 pares de pies, 34 metros de largo y 1.90 metros de ancho.
Al igual que el hórreo de San Martiño de Ozón que visitamos anteriormente, éste también perteneció a la iglesia y se utilizaba para almacenar los diezmos.
Observando esta maravilla realizada por el hombre finalizamos esta Ruta por la Costa de la Muerte que seguro siempre recordaremos, y dentro de un tiempo, desearemos repetir.





