Los Pirineos navarros nos sorprenden por su verdor y sus paisajes llenos de contrates. Una vegetación exultante que combina los prados ganaderos con densos bosques nos dejaran en la retina imágenes que las recordaremos durante toda la vida.
Navarra 
355 Km | 2 días | ![]() Bera | Roncal |
Contenido
Los Pirineos Navarros
Los Pirineos a medida que se van acercando al Mar Cantábrico van perdiendo altura, cuando recorren la Comunidad Foral Navarra se encuentran lejos de las grandes alturas y abruptuosidad características de su zona central.
En cambio la humedad, el verdor, la densidad y variedad de la vegetación, unido a los relieves suaves, hacen del norte de Navarra un paraíso natural inigualable, al que le sumamos una personalidad y tradiciones propias mantenidas desde siglos.
Los Valles de Batzan, Aezkoa, Salazar o Belagua, son claros ejemplos de paisajes extraordinarios, donde el hombre y la naturaleza han convivido perfectamente de forma sostenible. La Selva de Irati se convierte en un increíble reducto de naturaleza pura donde los extensos y densos bosques de hayas se convierten en los protagonistas.
Roncesvalles, inicio en España del Camino de Santiago francés, el más popular, marca el mayor punto de interés religioso, mientras que las Cuevas de Zugarramurdi hacen lo propio con el místico. Y todo ello salpicado de maravillosos pueblos con encanto y una arquitectura tradicional singular como Elizondo, Ochagavía o Roncal.
En esta Ruta por los Pirineos Navarros encontrarás todo esto y mucho más.

Zugarramurdi, Valle de Batzan y Bosque del Quinto Real

Cueva de Zugarramurdi
Iniciamos la Ruta por los Pirineos Navarros en la población de Bera, para conducir rumbo a la frontera de Francia. Rápidamente tomamos contacto con la densa arboleda de ribera que envuelve la vía con la alta humedad que desprende, siendo esta una de las principales atractivo de esta ruta.
Entramos en Francia sin apenas darnos cuenta, pues el entorno no cambia, hasta salir del espeso bosque que nos ha acompañando y abrirse el trayecto a las verdes praderas ganaderas. Cruzamos varias pequeñas aldeas rurales por estrechos caminos hasta alcanzar de nuevo la frontera española y el pueblo de Zugarramurdi, famoso por las leyendas de sus brujas, siendo obligada visita al museo de las brujas y la cueva donde se celebraban los akelarres.
En Zugarramurdi se produjo en el S. XVII un proceso inquisitorial contra hombres y mujeres acusados de brujería, y cuyo único pecado fue conocer profundamente los secretos de la naturaleza y utilizarla para su bien, además de hacer ritos ancestrales surgidos tras años de tradiciones.


Elizondo
El Valle de Batzan es de una extraordinaria belleza. Es abierto, de colinas suaves, donde se alternan los verdes pastos ganaderos con los bosques de hayas, todo ello salpicado de vacas pastando y caseríos de piedra. Si a esto le añadimos una carretera en perfecto estado, repleta de curvas y tremendamente divertida, simplemente nos encontraremos en el paraíso del disfrute conduciendo en esta Ruta por los Pirineos Navarros
La capital del valle es Elizondo, un paseo por sus estrechas calles del centro urbano, nos permitirán observar las casas y palacios que se conservan perfectamente con una arquitectura tradicional, con sus paredes blancas, tejado de tejas a dos agua, puerta y ventanas de madera, balconadas decoradas.
Para enlazar con nuestro próximo destino tomaremos la carretera autonómica NA-1740, simplemente extraordinaria, es estrecha, muy sinuosa y se encuentra literalmente engullida por hayas y otras especies arbustivas, siendo difícil ver el paisaje que la rodea.
Aunque con pendientes suaves, estamos ascendiendo, hasta llegar al Alto de Artesiaga, situado en un claro del bosque que nos permitirá ver el paisaje. Nos encontramos en el Bosque del Quinto Real, de gran espesura dominado por la hayas como árbol predominante. Este ecosistema se extiende hacia el norte alcanzando la frontera con Francia.

Roncesvalles
Desde el momento que enlazamos con la N-135 empezamos a ver peregrinos realizando el camino de Santiago, miles si es primavera y verano. Los pueblos que cruzamos viven en gran medida de este turismo religioso, con restaurante, posadas y albergues destinados a ellos.

Puerto de Ibañeta
Cuando iniciamos las primeras pendientes llegamos a Roncesvalles, puerta del Camino de Santiago francés en España. El más importante en la antigüedad y el que más peregrinos realizan en la actualidad.
El lugar presenta varios monumentos de importancia, como son la pequeña Iglesia de Santiago y la Capilla del Espíritu Santo o Silo de Carlo Magno, el edificio más antiguo del conjunto, mandado a construir por este Rey.
Pero sin duda el edificio más espectacular es la Colegiata de Santa María, que en la antigüedad era un hospital para peregrinos, y que tras años ha ido ampliándose hasta convertirse en un complejo de edificios religiosos espectacular.
Tras visitar los edificios partimos rumbo a Francia para atravesar en pocos kilómetros el Puerto de Ibañeta (1.057 m). Su descenso, en un trayecto en perfecto estado, muy sinuosos y solamente en escasos tramos con pendiente considerable, estaremos nuevamente envueltos en un hayedo húmedo y oscuro, además si tenéis la oportunidad de hacerlo con niebla espesa se convierte en una experiencia casi misteriosa.
En los claros del bosque seremos capaz de observar las increíbles verdes praderas de las laderas opuestas, salpicadas de caseríos, todo en ello en un valle bastante estrecho. Al llegar a Valcarlos, ultimo pueblo de España, que no tiene un excesivo interés, salvo por las vistas que se pueden apreciar desde él del paisaje circundante, volveremos por el mismo camino que hemos traído en esta Ruta por los Pirineos Navarros .
Existe una variante por Francia, desde Valcarlos al Puerto de Azpegui, por carreteras muy estrechas, y rurales, un paisaje de suaves colinas tapizadas de una intensa y verde pradera donde el ganado pasta a sus anchas, y con pequeñas casas donde se fabrica quesos artesanales. Es conveniente antes de realizar esta variante, preguntar a los locales sobre el estado de las carreteras, ya que el tráfico es muy escaso.

Valle de Aezkoa y Valle de Salazar

Puerto de Azpegui
Estos dos valles tienen algunas características en común, se adentran en dirección norte por los Pirineos navarros y en su parte más alta se encuentran separados por la Selva de Irati, por lo que se puede acceder a ella por ambos (aunque realmente el Valle de Salazar finaliza unos kilómetros antes).
En el Valle de Aezkoa, por una carretera estrecha, se llega a la Real Fábrica de Armas de Orbaiceta. Éste es un conjunto urbano dividido en tres tipos de edificaciones: el poblado, hoy con casas recuperadas para alojamientos y servicios turísticos; la Iglesia y el más interesante de todos, la fábrica, aunque en ruinas aun mantiene gran parte de lo que fuera su estructura.
Más adelante, por una vía sumamente estrecha, a la que se debería preguntar a los locales la peligrosidad de subida, se llega al Puerto de Azpegui (1.050 m), y mas adelante en esta Ruta por los Pirineos Navarros a la frontera con Francia. Como curiosidad por estrecho camino nos podemos encontrar algunos monumentos megalíticos bastantes curiosos y llamativos, como el Cromlech de Organbide.
Regresando por donde hemos venido, y a poca distancia tras pasar por la Fábrica de Munición, existe una desviación que nos indica la Selva de Irati. Por un estrecho trayecto rodeado de hayas llegamos al punto de información de este espacio protegido, lugar donde debemos dejar el vehículo, al menos en época estival, y continuar andando hasta el Embalse Irabia.


Valle de Salazar
Los Valles de Aezkoa y de Salazar se comunican por la NA-140, con paisajes de media montaña, atravesando el Alto de Remendia (1.040 m).
Nuestro recorrido por el Valle de Salazar irá en una primera parte paralelo al río Zatoia, que se convierte en el río Salazar en la localidad de Ochagavía cuando se une al río Anduña, Este primera incursión paralela al río lo hacemos por un estrecho valle rodeado de arboles de ribera.
Empezamos a subir las primeras pendientes y tomar las curvas cerradas cuando nos adentramos por primera vez en magníficos y espesos bosques únicamente de hayas. Posteriormente, a medida que ascendemos en altura, desaparece los árboles y observaremos un espectacular paisaje de prados de alta montaña.
El Paso Tapla (1.368 m) es la cota más alta, desde donde obtendremos en su vertiente Norte una magnifica y vasta panorámica de prados de alta montaña, con el fondo, en menor altura, nuevamente los bosques de hayas.


Ochagavía
Al descender el puerto entraremos en unas de las carreteras más increíbles que podemos conducir. Literalmente, la misma es engullida por un bosque increíblemente espeso de hayas, que nos nos dejarán ver el paisaje lejano, y muchas veces ni el sol. Estamos dentro de la Selva de Irati.
Este bosque es uno de los mayores y mejor conservados hayedos de toda Europa. Además se ha convertido en un ejemplo de explotación forestal sostenible, aunque se esté explorando la madera desde hace siglos, su conservación es extraordinaria, fruto del cuidado de la población circundante.
La carretera finaliza en las Casas de Irati, donde existe un punto de información y un aparcamiento, para iniciar senderos a pie. Volvemos por el mismo trayecto hasta llegar a la población de Ochagavía.
De esta localidad, además de varios edificios singulares, lo que más llama la atención son las casas que tiene vistas al río Anduña, con su arquitectura tradicional y balcones perfectamente decorados con flores, que hacen de este uno de los pueblos más bellos de Navarra.
Abandonaremos este valle por el espectacular Puerto de Larrau (1.578 m), que hace frontera con Francia.

Algo de Francia y el Valle de Roncal

Col de la Pierre Saint-Martin
Los Pirineos franceses, debido a ser vertiente norte, son de un clima aun más húmedo que el Navarro, y en las carreras de acceso a los puertos de montaña, y de España, es frecuente que se encuentren con niebla.
Esto es lo que me ocurrió en el descenso del Puerto de Larrau, una espesísima niebla me envolvió completamente, de tal manera que mi visión se redujo a pocos metros en una carretera de bajada estrecha y en estado mejorable, alcanzando el Col d’Erroymend (1.349 m).
Ahora sí, una vez que bajamos de cota, y la niebla desaparece el verde paisaje es excepcional. Pastos verdes, con ganado pastando, combinado con bosques y salpicado de pequeños pueblos rurales. El turismo aquí es menos intenso, lo cual se agradece.
El ascenso al Col de la Pierre Saint-Martin (1.765 m) se convierte en una repetición del trayecto anterior, pero al revés. Verdes y húmedos paisajes de montaña, hasta encontrar una espesa niebla en la cota más alta, que hace de frontera con España. Hemos hecho un breve recorrido por Francia, con paisajes de ensueño, lo cual me hace pensar en los Pirineos franceses como un destino a realizar en las próximas salidas.


Roncal
La comarca del Valle del Roncal es cruzado longitudinalmente, primero el río Belagua y después el Esca, conformando la comarca más oriental de los Pirineos Navarros. Además de por la belleza de sus paisajes, es muy famosa por producirse en ella uno de los mejores quesos, bajo la Denominación de Origen Protegida Roncal.
Una vez en España las vistas son extraordinarias, ya que la altura en que nos encontramos nos permite ver una amplitud de los Pirineos con sus cumbres más significativas. El inicio, como no puede ser de otra forma por la altura, son pastos de alta montaña donde las cabras se encuentran libres, y no se retiran aunque tu intentes pasar.
Nos encontramos ya en el Valle de Belagua, la estación de esquí de fondo Larra-Belagua y el refugio de montaña son casi las únicas construcciones que nos encontramos en este paraje casi virgen y natural.
A medida que vamos descendiendo los bosques y cultivos empiezan a aparecer a ambos lados del valle, la carretera se convierte en una excelente vía, alcanzando la capital de la comarca: Isaba.
La localidad de Roncal, donde hacemos el punto y final de esta Ruta por los Pirineos Navarros, es una población declarada como de las más bonita de España. Su conjugado centro histórico, con casas de piedra, en este caso oscuras y balconadas de madera, es ya mas semejante a las construcciones tradicionales del pirineo aragonés, que las vistas hasta ahora en Navarra, lo que indica la proximidad de éste.





