Las cumbres más altas de los Pirineos españoles se encuentran en el Parque Natural Posets-Maladeta. En esta Ruta por los Pirineos orientales aragoneses recorreremos los Valles de Chistau, Benasque y el maravilloso Valle del Isábena. Paisajes de alta montaña y pueblos con encanto serán los protagonistas.
Aragón 
325 Km | 2 días | ![]() Ainsa | Benabarre |
Altas cumbres y el Valle de Isábena
En la parte más oriental de los Pirineos aragoneses, atravesado por el Valle de Chistau, formado por el río Cinqueta y el Valle de Benasque, por el río Esera, se encuentra el Parque Natural Posets-Maladeta.
Este área ofrece muchas posibilidades para el senderismo y el montañismo en la época estival, así como el esquí en invierno, con las estaciones de esquí alpino de Cerler y la de fondo del Llano del Hospital. Además los paisajes que podemos contemplar si lo recorremos en cualquier tipo de vehículo nos sorprenderán por su inmensa magnitud.
En este espacio protegido se encuentran las cumbres más altas de los Pirineos, y una de las más elevadas de la Península Ibérica, como son el Aneto (3.404 m) y el Posets (3.369 m), que son acompañadas de otras cumbres como el Pico Maldito, la Maladeta y el Perdiguero.
El Valle del Isábena, situado en lo que se denomina Prepirineo, lo ha formado el río que lleva su nombre. Es un área de bosques frondosos, densos y húmedos, en los que la sinuosidad de sus carreras nos asegura la diversión al conducir por él, además de poder visitar algunos puntos de interés y pueblos muy singulares.

Ainsa y el Valle de Chistau

Valle de Chistau
Iniciamos esta Ruta por los Pirineos orientales aragoneses en uno de los pueblos más bonitos de Aragón, y muy posiblemente de España, Ainsa. Por su casco antiguo parece que no ha pasado el tiempo, manteniendo intacto su origen medieval, solamente pasear por sus calles ya es todo un regalo.
El centro neurálgico de la Villa es la plaza mayor, con increíbles casas de piedra decoradas con flores y mazorcas, presidida por la iglesia de Santa María, considerada como uno de los mejores ejemplos del románico del Alto Aragón. Para terminar la visita conviene dar una vuelta por las ruinas de su castillo.
Desde esta localidad iremos dirección norte paralelos al cauce del río Cinca, en un excelente y rápido trayecto que nos conduce hasta Francia por el túnel de Bielsa.
Antes de llegar a ese punto, un cruce a la derecha nos indica la población de Plan. En este momento entramos en el Valle de Chistau, formado por el río Cinqueta. El inicio este valle es amplio, aunque mucho menos que el del Cinca, eso sí, desde el primer momento observamos una densa vegetación de árboles de ribera, un microclima más húmedo y frio del que traíamos hasta ahora.
No transcurre mucha distancia cuando este valle empieza a cerrarse, hasta convertirse en el estrecho Desfiladero de La Inclusa, la vía transcurre por una lateral, atravesando varios túneles excavados en la piedra sin ningún tipo de iluminación más allá de los escasos metros que separan un túnel de otro. Tras rebasar este estrechamiento alcanzamos la localidad de Plan y Gistaín, donde finaliza el asfalto.
La localidad de Plan se hizo famosa en el año 1985, por organizar la “caravana de mujeres”. La idea era animar a las mujeres de otros territorios a acudir a la zona para conocer a los hombres solteros y, si surgía el amor, quedarse a vivir, ya que en esta localidad el descenso de población era en esta época ya muy acusado.

Conectando Valles

Monasterio de San Victorian (Carlosky, Wikimedia Commons)
Regresamos por el mismo trayecto, hasta llegar, en la A-138 al cruce de Laspuñas, unos metros antes de Escalona. La carretera ahora es bastante estrecha, con un clima mucho más seco, teniendo la oportunidad de contemplar paisajes formados por bosque mediterráneo, donde hacen su aparición las encinas.
Desde varios puntos del trayecto tendremos extraordinarias vistas de la Peña Montañesa, cuya singular figura la ha convertido en casi un símbolo de esta comarca. Continuamos por este estrecho camino asfaltado hasta el Monasterio de San Victorian, todo un símbolo de la comarca de Sobrarbe, construido en el siglo VI.
Llegados en esta Ruta por los Pirineos orientales aragoneses, al cruce con la N-260 (Eje pirenaico) y tras alcanzar el Collado de Foradada (1.020 m), nos desviaremos para visitar el pequeño y encantador pueblo de Foradada del Toscar, cuya casas constituyen un ejemplo de arquitectura pirenaica aragonesa.
La nacional gira ahora rumbo norte, paralela al río Esera, el cual nos acompañará hasta el final de este trayecto, atravesando varios estrechamientos, siendo el más espectacular es el Congosto de Ventamillo.

Valle de Benasque

Valle de Benasque
Desde la entrada al Congosto de Ventamillo, estaremos en el Valle de Benasque, pero no es hasta abandonar la N-260 a la altura de Castejón de Sos, cuando empezaremos a disfrutar verdaderamente del mismo, debido a la relajación en tráfico rodado.
El Valle de Benasque se divide en tres zonas: la Norte, que la recorre la A-139; la Media, que la recorre la N-260 hasta Castejon de Sos; y la Sur, que también es recorrida por la N-260 una vez abandonamos esa localidad.
Los primeros kilómetros iremos conduciendo por un amplio y verde valle, con el fondo espectacular de las altas montañas, a las que nos dirigimos. Una vez hayamos alcanzado la localidad de Benasque, tomaremos a la derecha para visitar la aldea medieval de Anciles, formado mayoritariamente por grandes caseríos señoriales pertenecientes a los siglos XVI y XVII.


Valle de Benasque
Una vez hallamos salido de Benasque empieza la verdadera diversión, la carretera que se dirige al Norte, siempre paralelo al río Esera, se empezará a rodear de las altas cumbres, las más altas del Pirineo, accediendo además al Parque Natural Posets Maladeta.
En esta Ruta por los Pirineos orientales aragoneses, la derecha observaremos el Macizo de la Maladeta, cuyo mayor exponente es el Aneto, con sus 3.404 metros de altura es la mayor cumbre de los Pirineos y la tercera de la Península, además de decenas de picos que superan los 3.000 metros.
A la izquierda veremos el Macizo de Posets, cuya mayor cumbre es el pico de mismo nombre, sus 3.369 metros de altitud lo convierten en el segundo más alto del Pirineo. Este macizo hace frontera con Francia y ya lo podíamos ver como fondo del Valle de Chistau.
El camino asaltado finaliza en los Llanos del Hospital, donde se encuentra un hotel así como una estación de esquí de fondo. Las panorámicas que podemos observar desde este lugar son unas de las mejores de todo los Pirineos, ya que nos encontramos rodeados de altísimas montañas y macizos haciéndonos parecer insignificantes al lado de tal magnitud.


Subida a Ampriu
De vuelta, y antes de llegar a Benasque, tomaremos dirección de la estación de Cerler, continuando, una vez sobrepasada la urbanización, dirección al aparcamiento de Ampriu. Esta subida es simplemente espectacular, con vistas de valles de alta montaña tapizados por verdes prados.
Al final del trayecto se encuentra el Puerto de Ampriu (1.912 m) y un aparcamiento para remontes, rodeado de un grandioso valle de origen glaciar, simplemente impresionante. A la vuelta por la carretera nos iremos deteniendo para observar y fotografiar el Valle de Benasque desde la altura.
Este trayecto es un verdadero lujo para los conductores, por sus paisajes, curvas y pendientes, estando el firme en relativo buen estado de firme, por ello lo recomiendo de forma especial. Ya solo nos queda retomar a la N-260 a la altura de Castejón de Sos, pueblo en que nos detendremos a visitar su centro urbano, perfectamente conservado.

Valle de Isábena

Monasterio de Santa María de Obarra
Para llegar a nuestro próximo destino tomaremos la nombrada nacional, en un trayecto de media montaña y pinos de repoblación, atravesando los puertos de Coll de Fadas (1.470 m) y Coll de Espina (1.407 m), en este último hay un mirador circular que nos permite conocer desde cierta altura todo este ecosistema.
Al tomar a la derecha la carretera A-1605 comenzaremos el Valle de Isábena, este trayecto irá, unos kilómetros después, paralelo al río que le da nombre. El inicio de Valle es asombroso, por lo denso y espeso que es el bosque, de pinos y árboles de ribera. Primero ascenderemos al Alto de Bonansa (1.368 m), y poco después cruzaremos el Congosto de Obarra.
Nada más salir de esta garganta, estacionaremos en el aparcamiento habilitado para ello, y tras 300 metros de paseo, llegaremos a Monasterio de Santa María de Obarra, espectacular obra románica de comienzos del siglo XI.


Roda de Isábena (PMRMaeyaert, Wikimedia Commons)
Abandonaremos momentáneamente el valle para dirigirnos a ver el Macizo del Turbón, mayor sistema montañoso de la comarca, y donde la piedra caliza surge abruptamente de los llanos cultivados.
Roda de Isábena es un pueblo reconocido como de los más bonitos de España, por su centro urbano medieval, calles estrechas y empedradas, su restaurada muralla y sobre todo por su Catedral (o ex-Catedral), la más antigua y pequeña de toda España.
Ya solo nos falta ascender, por un estrecho camino de firme mejorable, hasta el Puerto de Laguarres (1.061 m), rodeado a veces de pinos y otras de bosque mediterráneo, para llegar una vez hayamos descendido el puerto a Benabarre, que con sus fantástico y dominante castillo, será el punto y final de esta Ruta por los Pirineos orientales aragoneses.





