La zona sur de la provincia de Ávila, entre los valles de los ríos Tiétar y Adaja, es atravesada por el Sistema Central en sus mayores altitudes, cruzándolo numerosas carreteras por altos puertos de montaña en los que disfrutaremos conduciendo como nunca, en esta ruta te mostramos algunos de ellos.
Castilla y León 
285 Km | 2 días | ![]() Arenas de San Pedro | Villacastín |
La provincia de Ávila
La provincia de Ávila, si nos atenemos a su altitud media, es la más montañosa de España, no debiéndonos extrañar pues por el sur de la misma se encuentran las cimas más altas del Sistema Central.
Sierras como la de Gredos, de Piedrahita, de la Paramera, de Malagón o de Ojos Albos son algunas de las que podemos recorrer, en las cuales se sitúan hasta 27 puertos de montaña de más de 1.000 metros de altura cruzando desde una vertiente a otra. Algunos de ellos son de los más altos de la Península Ibérica.
Disfrutar conduciendo por estas carreteras no es una opción, es una obligación

Sierra de Gredos

Ascenso al Puerto de Pedro Bernardo
Iniciamos la Ruta por los Puertos de Montaña de Ávila en la población de Arenas de San Pedro, para tomar rumbo Este paralelo al Valle del río Tiétar, extensa planicie de increíbles dehesas, que se pierden en el horizonte, las cuales hacen de límite sur de la Sierra de Gredos.
En la población de Pedro Bernardo, denominada el balcón del valle del Tiétar, podemos admirar el mismo desde algunos de los miradores que se encuentran en la misma, además de visitar la curiosa plaza de toros de la localidad cuyas gradas se encuentran en la parte delantera de las viviendas.
Desde aquí iniciamos el ascenso al Puerto de Pedro Bernardo (1.242 m) al principio de pendientes suaves y curvas abiertas, pero terminando, como no puede ser de otra forma, en una carretera de verdadera alta montaña. Aunque la carretera es estrecha, el firme se encuentra en perfectas condiciones.
La Sierra de Gredos es una espectacular sucesión de lagunas, circos, gargantas, cuchillares, riscos, galayos y depósitos micénicos. Dentro de su fauna la más famosa en la cabra montés, fácil de localizar si tenemos paciencia. Se encuentra situada dentro del Sistema Central, y más concretamente en su parte en el extremo meridional de la provincia de Ávila.


Puerto de Serranillos
Por un trayecto de firme mejorable, aunque muy divertido, ascendemos el Puerto de Serranillos (1.575 m), con impresionantes paisajes que lo rodean, de verde intenso de pinos de repoblación.
El descenso es más fácil y rápido, entrando en carreras completamente cubiertas de robles, que en la época que estamos se convierten en un verdadero festival de colores amarillos y ocres.
Nuestro último puerto en la Sierra de Gredos, en esta Ruta por los Puertos de Montaña de Ávila, es quizás el más espectacular, tanto por los paisajes que nos acompañan, impresionantes montañas cubiertas de un manto de verde denso matorral, como por lo entretenido del trayecto, sin tener una especial dificultad.
Sin darnos cuenta alcanzamos la cima del Puerto de Mijares (1.570 m), donde nos detendremos para observar el valle, en un inicio en forma de V, que posteriormente abrirse hasta donde nos alcanza la vista.
Podemos descender hasta la población Mijares, en una carretera de igualdad espectacularidad que el ascenso, en la cual debemos volver a tomar para seguir nuestra ruta.

Sierra de la Paramera

Sierra de la Paramera
Cruzaremos la Sierra de la Paramera en su vertiente de paisajes más erosionados, ondulados y con casi falta de vegetación arbustiva, más allá de alguna zona de repoblación. Aun así el paisaje, por pedregosos, impresiona.
Las vistas que contemplamos en el ascenso del Puerto de Navalmoral (1.514 m) ya nos indica el inicio de la Sierra, piedra granítica sin vegetación que la cubra desde su inicio, hacen una visión muy diferente de lo hasta ahora habíamos visto.
En el descenso, páramos compuestos de pastos ganaderos verdes, a una importante altitud, con los limites de las fincas realizados en piedra, nos acopañrán hasta salir de esta Sierra dentro de varias decenas de kilómetros.
El Espacio Natural Protegido de la Sierras de la Paramera y Serrota, se ubica paralelamente a la Sierra de Gredos en su parte norte, sirviendo de separación entre ambos el Valle del río Alberche.


Muralla de Ávila
No podemos dejar la oportunidad de visitar la ciudad de Ávila, ya que estamos muy cerca y es realmente espectacular. Su Muralla no deja de sorprendernos cada vez que la visitamos, su amplitud y dimensión nos estremece. Pero además la Catedral o la Basílica de San Pedro son, entre otros, monumentos que visitar.
Retomamos la ruta por la Sierra de la Paramera por la magnífica carretera N-430, en busca del Puerto de Paramera (1.399 m). El trayecto se realiza con mucha facilidad, rápido, con curvas abiertas, pendientes suaves, siendo toda una delicia conducir por aquí.
En el puerto nos detendremos para observar el paisaje, erosionado, llano, verde, de pasto, realmente sorprendente para la altura en la que nos encontramos, sin ninguna montaña que sobresalga en decenas de kilómetros.
Continuamos a buena velocidad media por esta divertida nacional hasta llegar al cruce dirección Cebreros, en el cual la abandonaremos

Sierra de Malagón y Sierra de Ojos Albos
El Puerto de Arrebatacapas (1.069 m), que aun no se encuentra en la Sierra de Malagón, nos ofrece en su subida vistas magnificas de Cebreros desde varios puntos de vista, posteriormente gira de vertiente hasta su cima, en una carretera en muy buenas condiciones, poco tráfico, con diferentes tipos de curvas y pendientes medias, por ello no tiene gran dificultad.
En la localidad de la Cañada, giramos para tomar un camino rural asfaltado, muy estrecho pero en bastante buenas condiciones, del cual solo esperas que no desaparezca o empeore. Llegamos rápidamente al Puerto de El Mediano (1.380 m), sin señalizar.
Ya nos encontramos en las primeras laderas de la Sierra de Malagon, las vacas pastan libremente, cruzando sin miedo delante de tí. Los paisajes son increíbles, colinas suaves, laderas de verdes intensos, de ricos pastos y zonas dehesas.
Este estrecho camino continuará hasta llegar a la recóndita aldea de Herradón de Pinares.


Puerto del Boquerón
Tomamos dirección al Puerto del Boquerón (1.315 m) que a pesar de su altura, no tiene ninguna dificultad. Eso sí los paisajes de aprovechamiento ganadero y las fincas divididas por muros de piedra hará que nos detengamos en más de una ocasión a contemplarlo.
Casi llegando a Ávila, giramos tomando la carretera CL-5050, cuyo final, que no alcanzaremos, es el Escorial. De muy buen estado, sin dificultad, que nos permitirá aumentar nuestra velocidad media. El paisaje ondulado, de partos verdes solo roto por alguna repoblación constituye nuestra compañía.
En este trayecto primero ascenderemos el Puerto de las Pilas (1.319 m), a los pocos metros del mismo existe un mirador que nos ofrecerá unas vistas increíbles, y el Alto de Valdelavia (1.448 m), ambos perfectamente señalizados.
Abandonamos la CL-5050 en la localidad de Navalperal de Pinares para recorrer los últimos kilómetros de nuestra ruta.


Puerto Cruz de Hierro
Las Sierra de Malagón y la de los Ojos Albos se encuentran divididas por el amplio Valle del río Voltoya. Nuestra ruta atraviesa ambas sierras transversalmente y en lo más alto de cada una se encuentra nuestros dos últimos puertos, el Puerto de la Lancha (1.481 m) y el Puerto Cruz de Hierro (1.474 m).
El paisaje carece de arbolada, el monte bajo, arbustos y los prados son los protagonistas, solamente compartida con las rocas desnudas en las zonas más altas. En las crestas de ambas sierras los molinos de viento hacen su presencia, indicándonos que es zona de vientos fuertes, aunque nosotros hoy hemos tenido suerte, encontrándose en total calma.
El final de la carretera lo marca el cruce con la N-110, que cruza gran parte de España uniendo Soria y Plasencia. A los pocos kilómetros llegaremos a la población de Villacastín, fin de nuestra Ruta por los Puertos de Montaña de Ávila.
Hemos a travesado 12 puertos de montaña de más de 1.000 metros, todos en la provincia de Ávila, y por todo tipo de carreteras, desde anchas y rápidas nacionales hasta caminos estrecho rurales, en las cuales el paisaje ha sido el protagonista, a veces con abruptas montañas, otras con suaves colinas, pero en todo momento hemos disfrutado conduciendo, que era el objetivo.





